El impulso de querer mudarse y comenzar de nuevo puede ser una respuesta traumática, ya que el cerebro percibe la reubicación como una forma de escapar sentimientos pasados y recuperar el control. La amígdala, es responsable de procesar el miedo y las emociones, puede volverse hiperactiva, lo que desencadena un instinto de luchar o huir de la situación esto hace que un nuevo comienzo parezca la mejor solución. Sin embargo, si bien un nuevo entorno puede proporcionar un alivio temporal, la verdadera curación proviene de buscar sanación del trauma en lugar de huir de él.
Aquí 3 consejos para empezar el rumbo hacia la sanación:
- Busca apoyo profesional: la terapia, en particular los enfoques centrados en el trauma pueden ayudar a procesar las emociones no resueltas.
- Practica la atención plena y la autorreflexión: escribir un diario, meditar y hacer ejercicios de atención plena pueden ayudar a regular las emociones y crear conciencia sobre las emociones intensas o memorias intrusivas.
- Construye estabilidad en pequeños pasos: en lugar de cambios drásticos, concéntrate en crear una sensación de seguridad y rutina en tu entorno actual para fomentar la curación a largo plazo.
Solucionando el trauma desde su raíz, podrás encontrar la paz sin la necesidad de comenzar nuevamente.
Blog: @ariradionair
